Bartlett es el más duro
¬ Gustavo Mora viernes 22, Oct 2010Nostálgicos y acelerados
Gustavo Mora
No hay duda de que el poblano Manuel Bartlett Díaz es el cuadro más duro que tiene el PRI en su activo. Y por eso no se atreven a tocarlo ni con el pétalo de una rosa. Además de lo mucho que sabe, no tiene pelos en la lengua para decir sus verdades.
Cuando fue senador, los priístas le hacían el vacío, pero su escaño estaba siempre rodeado de legisladores de la oposición que platicaban con él y le pedían sus opiniones sobre los temas más espinosos. Incluso lo hacía Diego Fernández de Cevallos que iba al escaño de Bartlett y no al revés.
Bien, pues Manuel acaba de soltar otra de sus verdades de a kilo: que la Secretaría de Gobernación (de la que fue titular) se ha devaluado y solamente sirve para colocar a los cuates del Presidente Felipe Calderón Hinojosa. Pero ninguno de ellos: ni Francisco Ramírez Acuña, ni Juan Camilo Mouriño, ni Fernando Gómez Mont, ni el actual, José Francisco Blake Mora sirven para una pura y dos con sal.
La Secretaría de la Defensa Nacional es la que ocupa el segundo lugar después del Presidente de la República, desplazando a la de Gobernación que perdió el paso desde que Luis Echeverría Álvarez descabezó a una nueva generación de políticos que garantizaban mantenerla como la mera mera del Gabinete Presidencial.
De la Secretaría de Gobernación que encabezaron Mario Moya Palencia, Jesús Reyes Heroles, Enrique Olivares Santana, Fernando Gutiérrez Barrios, José Patrocinio González Blanco Garrido y Manuel Bartlett Díaz, a la actual, los yupies calderonistas no resisten la comparación.
Por eso no se atreven a meterse con Manuel, ni a desautorizar sus dichos.
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Los que ganan medallas de plata en los Juegos Olímpicos o en cualquier competencia deportiva nacional, no hacen subir las banderas de sus países, ni que se toquen sus himnos nacionales. Ese es un honor reservado para los que ganan las medallas de oro y nunca se ha dado el caso de que haya empate y se levanten las banderas de dos naciones e interpreten los himnos nacionales de dos países distintos.
Es como lo dicen los textos católicos: hay un solo Dios verdadero.
Y esto viene al caso por la absurda decisión que acaba de tomar el Senado de la República de otorgar, por excepción, la medalla “Belisario Domínguez” al ex rector universitario Javier Barros Sierra y al panista Luis H. Álvarez.
En primer lugar, Barros Sierra y Álvarez no son pares en su actuación pública. Don Javier dejó constancia de su calidad tanto en la Secretaría de Obras Públicas con el presidente Adolfo López Mateos, como en la rectoría de la Universidad Nacional Autónoma de México donde estuvo del lado del movimiento estudiantil y corrió el riesgo de enfrentarse al gobierno de Gustavo Díaz Ordaz y quien daba las órdenes de represión en su nombre, Luis Echeverría Álvarez. Luis H. es un buen y viejo panista que perdió en las elecciones para gobernador de Chihuahua y en la presidencial. Como actual Comisionado para la Paz en la sierra chiapaneca, su actuación es ni chicha, ni limonada. Se trata, pues, de partidizar la medalla que llegó a tener algún valor al mérito ciudadano, pero que al otorgarla a José Ángel Conchello después de Heberto Castillo, es bocado que se disputan los partidos políticos, sin tomar verdaderamente en cuenta los méritos de miembros de la sociedad civil.
Barros Sierra no se merecía que lo empataran con H. Álvarez, por respetable que sea la trayectoria meramente política del panista… La renuncia de Julio César Godoy al PRD beneficia más que perjudicar al partido del sol azteca. Es como cuando el PRI echó de sus filas a Raúl Salinas de Gortari y Elba Esther Gordillo… Los dimes y diretes entre Andrés Manuel López Obrador, Enrique Peña Nieto y Marcelo Ebrard Casaubón, nos recuerdan el dicho español que aprendimos desde la secundaria: “peléense las comadres y díganse sus verdades”… Humberto Moreira está tan seguro de ganar la elección interna para ser presidente del PRI, que no solamente renunciará o pedirá licencia a su cargo de Gobernación de Coahuila antes de tiempo, sino que declara: “desde la presidencia del PRI, ayudaré a ganar el Gobierno del Estado de México y la Presidencia de la República”. Nunca falta un sobrado como este.